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lunes, 25 de julio de 2011
viernes, 22 de julio de 2011
LECTURA MITOS Y LEYENDAS COSTEÑAS 22-07-11
LOS DIOSES COSTEÑOS, PACHACAMAC?
Las versiones que dan los cronistas sobre estos dos dioses costeños son diferentes.
Según López de Gómara eran hijos del sol y de la luna, y por lo tanto hermanos.
Las versiones que dan los cronistas sobre estos dos dioses costeños son diferentes.
Según López de Gómara eran hijos del sol y de la luna, y por lo tanto hermanos.
Gutiérrez de Santa Clara da la versión que Con, creó el cielo, el sol, la luna, las estrellas y la tierra.
El arqueólogo suizo Tschudi, dice que Con llegó por el mar de la costa norte. Creó el mundo y lo pobló con hombres, animales y plantas, pero los hombres se portaron mal y Con los castigó, convirtiendo en árida toda la costa.
Más tarde, creó los ríos para que el hombre se mantuviera con su trabajo. El dios Con tenía forma humana, pero no estaba materializado en el sentido de tener carne o huesos. La versión de López de Gómara coincide con la de Tschudi, y bien podría haberse influenciado el cronista español por el Génesis, por la gran similitud que hay entre las andanzas de Con y los hechos relatados por la Biblia.
Más tarde se produce la llegada de Pachacamac que antes había estado en el sur. Estalló una lucha entre ambos y pierde Con que es desterrado. Cuenta la leyenda que Con, tendió su manto sobre las aguas y subió él con sus compañeros. El manto actuó como una barca y Con se alejó.
Pachacamac destruyó a los hombres creados por Con, y los convirtió en animales, desterrándolos a los Andes. En su lugar creó nuevos hombres y muchas mujeres hermosas.
El cronista Gutiérrez de Santa Clara, dice que antes de crear a esta nueva gente, Pachacamac hizo caer un diluvio y que entregó la tierra fresca a sus nuevos pobladores.
Julio C. Tello asegura que creían en ese mito de “Pachacamac en general todos los que habitaban los llanos y arenales de la costa, desde Piura hasta Arica”.
Lo cierto es que somos hijos de Dios y como tal debemos de comportarnos bien y no hacer daño a los demás siempre me dijeron que el amor perdurar por siempre. En el mundo, así que…… esperas has algo por ti y por los demás sin hacer maldad Todo depende de cada uno de nosotros
LOS GIGANTES DE SANTA ELENA.
En la FRONTERA CON Ecuador hay dos leyendas de gigantes. Una es la referente a los desembarcados en Santa Elena, y la otra trata de una llegada similar de gente de elevado porte a Puerto Viejo, en tiempos en que los Incas ya habían conquistado la región Tallán.
En la FRONTERA CON Ecuador hay dos leyendas de gigantes. Una es la referente a los desembarcados en Santa Elena, y la otra trata de una llegada similar de gente de elevado porte a Puerto Viejo, en tiempos en que los Incas ya habían conquistado la región Tallán.
Pero no sólo en la costa se ha hablado de gigantes. En la región de la selva, a 3.072 metros de altura, cerca a la ciudad de Chachapoyas y en lugar poco accesible, el sabio Raimondi encontró el esqueleto de un hombre en 1as ruinas de Cuelap. En la misma zona se encontraron cráneos de gran tamaño con cabellos rubios. Todo eso fue llevado a Lima por el sabio italiano. E1 esqueleto medía 2 metros.
La llegada de los gigantes a Santa Elena ha sido recogida por los cronistas españoles Cieza de León, López de Gómara, Garcilaso, Zárate, Acosta y Herrera.
Los gigantes habrían llegado por el mar en balsas de juncos. Eran de doble estatura que los naturales, de grandes ojos y largas trenzas, no tenían barba y a1gunos estaban desnudos, mientras otros estaban cubiertos con pieles. Llegaron sin mujeres.
Los gigantes desembarcaron en una zona de poca agua, de tal modo que cavaron un pozo muy hondo en roca viva, para tener líquido abundante y fresco. Eran pescadores para lo cual usaban de redes y aparejos, consumiendo pescado en cantidades fantásticas.
Eran de temperamento feroz, y a falta de mujeres tomaron las de los naturales, pero como eran muy depravados terminaban por matarlas. Ante tanto vejamen, los habitantes del lugar huyeron al interior y entonces los gigantes cayeron en el vicio de la sodomía. Los dioses enviaron fuego del cielo y un ángel exterminador con flamígera espada los mató a todos.
Los restos de los gigantes quedaron esparcidos pon el suelo. Muchos cronistas aseguraban haber visto esos huesos y que los indios se los mostraron a Pizarro.
Esos restos han sido sometidos recientemente a la prueba del carbono y ha quedado revelado que tenían 18.400 años de existencia. Eso descarta de que sean humanos. Por esa época, en toda la región norte y hasta en Talara existieron animales de gran tamaño. Los elefantes y en general los proboscidios acostumbran a elegir un lugar para morir. En los restos no se encontraron cráneos de hombre. En cuanto al pozo, fue una oquedad natural.
No se descarta la llegada de hombres de gran tamaño, pero no descomunales que se enseñorearon del lugar y redujeron al vasallaje a los habitantes, los cua1es movidos por la fantasía y para justificar un derrota, inventaran o más bien exageraron su tamaño y por odiosidad hacia ellos las pintaran can todos los vicios.
martes, 19 de julio de 2011
LECTURA PARA PRIMERO " L" SEGUNDA TAREA,LEER LUEGO,REDACTAR UN RESUMEN
El Toro encantado
Rasuhuillca es una laguna situada a unos quince kilómetros de la población de Huanta. Está en medio de otras tres lagunas que la rodean, pero Rasuhuillca es la mas grande, por lo tanto la principal. La laguna está en la cima de un cerro que domina la entrada del pueblo, por eso se ha construido en ella una represa que suministra de agua para el regadío, y para el consumo del pueblo.La tradición huantina dice que dentro de ésta laguna se encuentra un toro negro hermoso y corpulento, sujeto con una cadena de oro cuyo extremo guarda una anciana de cabellos canos. Hace muchos años, el toro logro vencer a la anciana y salió a la superficie; e inmediatamente las aguas de la laguna se embravecieron y rompieron los diques con grandes oleajes, inundaron el pueblo, arrasaron toda la población produciendo grandes estragos; entonces, los indios de la altura, al darse cuenta de esto, procedieron rápidamente a echar lazo al toro y lo hundieron nuevamente. Desde aquel día la gente teme que otra vez el toro pueda escaparse y la laguna inunde la floreciente ciudad de Huanta
El origen de Huancayo
En cada pueblo existen versiones distintas de las historias y creaciones de los actores sociales, por ejemplo esta es una versión del origen de Huancayo.Hace ya mucho tiempo, todo el Valle del Mantaro era una inmensa laguna. Desde Jauja y Concepción, hasta el sur llegando a Sapallanga y Pucara, todos esos lugares estaban bajo el agua. Los pobladores del valle en aquel entonces tenían sus casas en las alturas de los cerros, incluso hasta ahora podemos ver vestigios de sus construcciones.
En el centro de la gran laguna se podía observar desde las alturas un enorme peñón oscuro que salía de las aguas cada mañana. Esta gran peña se llamaba Huanca y estaba donde hoy esta la Plaza Huamanmarca, junto a la Municipalidad de Huancayo. Paso el tiempo y la laguna se iba llenando y llenando con las aguas de las lluvias (recordemos que en esta parte de la sierra las precipitaciones son altas).
Una vez, cuando los pobladores estaban en sus labores del campo, porque ellos siempre se dedicaron a la agricultura; se escucho un enorme estruendo en una de las quebradas y tras el sonido pudieron ver que las aguas de la laguna iban disminuyendo rápidamente. Sucedió que la quebrada de Chupuro se había roto y por allí desaguaba la laguna.
Pasaron pocas semanas y el valle se fue quedando seco, para acortar distancias entre los pueblos, los pobladores tuvieron que bajar hacia las partes planas; siendo allí en donde lograron hacer nuevas construcciones para poder habitarlas. Pero la laguna no vació del todo. En jauja se quedo la Laguna de Paca y en Ahuac la Laguna de Ñahuinpuquio.
Una vez las aguas rompieron la quebrada de Chupuro y por allí desaguo la laguna. El valle se fue quedando seco y se fundaron pueblos. Pero la laguna no vació del todo. En Jauja quedó la Laguna de Paca y Chocón; la de Ñahuinpuquio en Ahuac y la de Llulluchas en Huayucachi.
Existen muchas lagunas en el Valle del Mantaro, posiblemente parte del agua que desaguo de la gran laguna, hayan quedado dispersas por todo el valle. Ahora la Laguna de Paca es una de las más reconocidas y visitadas por los foráneos.
En el centro de la gran laguna se podía observar desde las alturas un enorme peñón oscuro que salía de las aguas cada mañana. Esta gran peña se llamaba Huanca y estaba donde hoy esta la Plaza Huamanmarca, junto a la Municipalidad de Huancayo. Paso el tiempo y la laguna se iba llenando y llenando con las aguas de las lluvias (recordemos que en esta parte de la sierra las precipitaciones son altas).
Una vez, cuando los pobladores estaban en sus labores del campo, porque ellos siempre se dedicaron a la agricultura; se escucho un enorme estruendo en una de las quebradas y tras el sonido pudieron ver que las aguas de la laguna iban disminuyendo rápidamente. Sucedió que la quebrada de Chupuro se había roto y por allí desaguaba la laguna.
Pasaron pocas semanas y el valle se fue quedando seco, para acortar distancias entre los pueblos, los pobladores tuvieron que bajar hacia las partes planas; siendo allí en donde lograron hacer nuevas construcciones para poder habitarlas. Pero la laguna no vació del todo. En jauja se quedo la Laguna de Paca y en Ahuac la Laguna de Ñahuinpuquio.
Una vez las aguas rompieron la quebrada de Chupuro y por allí desaguo la laguna. El valle se fue quedando seco y se fundaron pueblos. Pero la laguna no vació del todo. En Jauja quedó la Laguna de Paca y Chocón; la de Ñahuinpuquio en Ahuac y la de Llulluchas en Huayucachi.
Existen muchas lagunas en el Valle del Mantaro, posiblemente parte del agua que desaguo de la gran laguna, hayan quedado dispersas por todo el valle. Ahora la Laguna de Paca es una de las más reconocidas y visitadas por los foráneos.
viernes, 15 de julio de 2011
LECTURA PARA PRIMER GRADO "L"- Leer ,luego elaborar un mapa conceptual
El Mito del Cóndor
Se dice que en una comunidad, un hombre vivía con su hija. La hija pastaba las ovejas, llamas y otros animales. Cada día un joven vestido con elegancia iba a visitarla. Tenía un traje negro hermoso, chalina blanca, sombrero y todo. Cada día iba a visitar a la mujercita, y se hicieron buenos amigos. Jugaban a todo. Un día comenzaron a jugar de esta manera: “Alzame tu y yo te alzaré”. Bueno, comenzaron el juego, y el joven alzo a la mujercita. Recién cuando la había alzado en alto, la mujercita se dio cuenta de que estaba volando.
El joven puso a la mujercita dentro de un nicho en un barranco. Allí el joven se convirtió en cóndor. Por un mes, dos meses, el cóndor criaba a la mujercita. Le daba toda clase de carne: carne asada, carne cocida. Cuando habían estado unos años juntos, ella llego a ser mujer. La jovencita dio a luz un niñito, pero lloraba día y noche por su padre, a quien había dejado en la comunidad. “¿Cómo puede estar solo mi padre? ¿Quién está cuidando a mi padre? ¿Quién está cuidando a mis ovejitas? Devuélveme al lugar de donde me trajiste. Devuélveme allá”, le suplicaba al cóndor. Pero él no le hacia caso.
Un día un picaflor apareció. La joven le dijo: “¡Ay, picaflorcito, mi picaflorcito! ¿Quién hay como tú? Tienes alas. Yo no tengo ninguna manera de bajar de aquí. Hace más de un año, un cóndor, convirtiéndose en joven, me trajo aquí. Ahora soy mujer. Y he dado a luz a su niñito”. El picaflor le contestó: “Escúchame joven. No llores. Te voy a ayudar. Hoy día iré a contarle a tu papá donde estás, y tu papá vendrá a buscarte”. La joven le dijo: “Escúchame, picaflorcito. ¿Conoces mi casa, no? En mi casa hay hartas flores bellas, te aseguro que si tú me ayudas, toditas las flores que hay en mi casa serán para ti”.
Cuando dijo eso, el picaflor volvió contento al pueblo, y fue a decir al padre de ella: “He descubierto dónde está tu hija. Está en el nicho de un barranco. Es la mujer de un cóndor. Pero va a ser difícil bajarla. Tenemos que llevar un burro viejo”, dijo el picaflor, y contó su plan al viejo. Fueron, llevando un burro viejo. Dejaron el burro muerto en el suelo. Y mientras el cóndor estaba comiendo el burro, el picaflor y el viejo ayudaron a la jovencita a bajar del barranco. Después llevaron dos sapos: uno pequeño, otro grande, y dejaron los sapos en el nicho del barranco. Bajaron el viejo y su hija y fueron hacia el pueblo. El picaflor fue donde estaba el cóndor, y le contó: “Oye, cóndor. Tu no sabes que desgracia hay en tu casa”.
“¿Que ha pasado?” el cóndor le preguntó.
“Tu mujer y tu hijo se han convertido en sapos”. Bueno, el cóndor se fue volando a ver. Ni la joven, ni su hijo estaban dentro del nicho, solamente dos sapos. El cóndor se asustó, pero no pudo hacer nada; y el picaflorcito está todos los días entre las flores en la casa de la jovencita. Mientras ella, su hijo y su padre viven felices en la comunidad.
Recogido de Gloria Tamayo. Cuzco, Perú.
El joven puso a la mujercita dentro de un nicho en un barranco. Allí el joven se convirtió en cóndor. Por un mes, dos meses, el cóndor criaba a la mujercita. Le daba toda clase de carne: carne asada, carne cocida. Cuando habían estado unos años juntos, ella llego a ser mujer. La jovencita dio a luz un niñito, pero lloraba día y noche por su padre, a quien había dejado en la comunidad. “¿Cómo puede estar solo mi padre? ¿Quién está cuidando a mi padre? ¿Quién está cuidando a mis ovejitas? Devuélveme al lugar de donde me trajiste. Devuélveme allá”, le suplicaba al cóndor. Pero él no le hacia caso.
Un día un picaflor apareció. La joven le dijo: “¡Ay, picaflorcito, mi picaflorcito! ¿Quién hay como tú? Tienes alas. Yo no tengo ninguna manera de bajar de aquí. Hace más de un año, un cóndor, convirtiéndose en joven, me trajo aquí. Ahora soy mujer. Y he dado a luz a su niñito”. El picaflor le contestó: “Escúchame joven. No llores. Te voy a ayudar. Hoy día iré a contarle a tu papá donde estás, y tu papá vendrá a buscarte”. La joven le dijo: “Escúchame, picaflorcito. ¿Conoces mi casa, no? En mi casa hay hartas flores bellas, te aseguro que si tú me ayudas, toditas las flores que hay en mi casa serán para ti”.
Cuando dijo eso, el picaflor volvió contento al pueblo, y fue a decir al padre de ella: “He descubierto dónde está tu hija. Está en el nicho de un barranco. Es la mujer de un cóndor. Pero va a ser difícil bajarla. Tenemos que llevar un burro viejo”, dijo el picaflor, y contó su plan al viejo. Fueron, llevando un burro viejo. Dejaron el burro muerto en el suelo. Y mientras el cóndor estaba comiendo el burro, el picaflor y el viejo ayudaron a la jovencita a bajar del barranco. Después llevaron dos sapos: uno pequeño, otro grande, y dejaron los sapos en el nicho del barranco. Bajaron el viejo y su hija y fueron hacia el pueblo. El picaflor fue donde estaba el cóndor, y le contó: “Oye, cóndor. Tu no sabes que desgracia hay en tu casa”.
“¿Que ha pasado?” el cóndor le preguntó.
“Tu mujer y tu hijo se han convertido en sapos”. Bueno, el cóndor se fue volando a ver. Ni la joven, ni su hijo estaban dentro del nicho, solamente dos sapos. El cóndor se asustó, pero no pudo hacer nada; y el picaflorcito está todos los días entre las flores en la casa de la jovencita. Mientras ella, su hijo y su padre viven felices en la comunidad.
Recogido de Gloria Tamayo. Cuzco, Perú.
jueves, 14 de julio de 2011
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